a Mar...

Anoche te sentí llegar, entraste en mis sueños como Ada volando en el mundo de "nunca jamás", fue todo muy raro, exquisito pero extraño. El cortejo de dos seres, atrapados por el hambre, la seducción y el deseo. Pude probar de ese cuerpo tan divino, pude abrazar tus llantos, hacer una escalera de versos hasta llegar al cielo y penetrar ese sufrimiento virginal que a escondidas sueles criticar.
No estaba mi Madre, no estaba tu Padre, no había nadie más que nuestros corazones a punto de estallar, esa hecatombe que hasta la otra cara de la luna pudo iluminar, es la fusión del magma con el mar, entre la tierra con la semilla, entre nuestros labios y la felicidad...

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y vamos a enrollar nuestra libertad lejos de este mundo de ficción, virtual, hecho de escamas y de lujuria ultra material...vamos amar, amar la vida, amar lo real, esta vida de encuentros y de algo más